Exactamente un año después de su polémica actuación junto a Robin Thicke, la joven cantante prefirió el bajo perfil, pero igual llamó la atención de todos
Atrás quedó el twerking, el vestuario llamativo y las declaraciones controversiales.
No sabemos si le pusieron alguna condición para que no cause otra polémica, como en la edición del año pasado, la cantante que fue para ver y disfrutar del show, no llevó un look increíble y prefirió dar pocas entrevistas.
Miley ganó la categoría más importante de la noche, la de video del año, por su sexualmente implícita bola demoledora (Wrecking Ball), incluso le ganó a Beyoncé que era la llamada a ser única reina absoluta de la ceremonia. Como sucede con cada uno de los ganadores, inmediatamente luego de ser anunciado su triunfo, suben, recogen el premio y le dan gracias a una larga lista de personas. Esta vez Miley prefirió ahorrarse sus palabras y envió a un emisario que, a parte de dar las gracias, tenia un verdaderamente importante mensaje a la audiencia.
El encargado fue Jesse, el chico que llevó como su acompañante, quien educadamente tomó el micrófono y aprovechó la atención de todos para pedir colaboración para una fundación que ayuda a los vagabundos y gente sin hogar.
“Le pido a los fans de Miley que se manifiesten y colaboren, no solo económicamente, sino corriendo la voz”, dijo.
“Mifriendplace.org necesita de gente como ustedes”, agregó.
Instantes después abrazó a Miley efusivamente.
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