A pesar de las miles de entrevistas que ha realizado One Direction solamente en cuatro años de carrera, todos pensamos que ya estos cinco jóvenes están acostumbrados a las cámaras pero esto no es así.
El rubio de One Direction ha confesado que aun les tiene un poco de pánico e incluso en algunas ocasiones le han provocado náuseas.
"Nunca vuelves a casa después de un concierto de One Direction comentando lo tranquilo que fue. Suelen ser los conciertos más escandalosos del planeta. Pero curiosamente, siendo honesto, reconozco que las actuaciones televisivas son lo que más nervioso me pone. De hecho, me produce tanta tensión que muchas veces siento que estoy a punto de vomitar".
También que reveló que en la ceremonia del año pasado de los American Music Awards se encontraba muy nervioso y las cosas se pusieron "peores" cuando Justin Timberlake se acercó a la boyband para saludarlos.
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