Pablo Alborán: «Las mejores letras las escribo cuando no estoy enamorado»
Ha vendido millones de discos, recibido decenas de premios, agotado las entradas en numerosas ocasiones y cuenta con casi tres millones de seguidores en Twitter. Por lo «demás», Pablo Alborán es como cualquier joven de su edad.
Subió un vídeo a YouTube, y su vida dio un giro radical. 70 millones de reproducciones de Solamente tú fue el presagio de lo que estaba por venir. Con solo 26 años, Pablo Alborán (Málaga, 1989) se ha convertido en uno de los artistas más importantes del panorama musical español. Es consciente de lo que ha conseguido (30 discos de platino en Europa, 23 de ellos, conseguidos en 24 meses, dos discos de oro en América y uno en Portugal), porque sabe que «es difícil que vuelva a pasar». Además, puede presumir de seguir llevando la misma vida que tenía antes de subir aquel vídeo. Sigue desayunando en su casa, «una especie de comuna hippy», con toda su familia. A ellos son a los que primero les enseña las letras de sus futuras canciones. Aunque él sueña con formar una propia y que sus hijos crezcan en Málaga, se confiesa un enamorado del norte, de hecho tiene familia en A Coruña, donde presentará el próximo sábado su nuevo trabajo Terral.
¿Tienes control o conocimiento de las cifras que estás consiguiendo?
Claro, si no sería un inconsciente. Es muy difícil que sucedan esas cosas, no sabes cuándo van a volver a pasar, y hay que cuidarlo. Yo lo sé por una cuestión de valor, valoro lo que ha hecho la gente por mí, y valoro tanto que una persona se gaste dinero en una entrada o un disco, que soy consciente de ello, pero no por una cuestión de ego.
¿Quién te ayuda a tener los pies en el suelo?
La familia, los amigos, el equipo de trabajo que tengo ahora que es muy familiar, trabajo con una chica que es como si fuera mi hermana, otro que es mi amigo de la infancia, Warner es una compañía muy musical, cuida mucho la parte artística y la figura de músico, y esto es muy importante también, que cuidemos por qué estoy aquí, el amor hacia mi profesión, y luego la familia, que me da mucha caña.
No eres un ídolo al uso, eres más bien un superhéroe humilde... ¿no?
No me considero un superhéroe.
Pero no tienes caprichos de estrella...
No, mis caprichos no cuestan dinero, ni mis gustos. Soy muy normal.
¿Quién era tu ídolo de pequeño?
Paco de Lucía desde siempre, Michael Jackson, que me disfrazaba como él, imagínate yo superrubio y vestido de cuero, y a medida que fui creciendo me gustó mucho el jazz, la bossanova, el flamenco, obviamente al ser andaluz corre por mis venas, pero luego mi madre es francesa, escuchaba mucha música francesa. Pero fan, fan de ídolo tengo a John Mayer, que me encanta como canta, como compone, y sus directos son tremendamente especiales. Es el ídolo perfecto en todos los aspectos, en la composición, en la voz...
Escribiste tu primera canción con 7 años, ¿de qué se escribe a esa edad?
De cosas sin sentido, está claro. Con 7 años en el cole te mandaban escribir o leer poemas, y yo con esa edad ya tocaba el piano y necesitaba escribir cosas y cantarlas. También recuerdo que me mandaban escribir redacciones y me ponía a escribir canciones pero que no tenían sentido alguno. De hecho, Desencuentros, que es una de las canciones que compuse más de chiquitito, a medida que fui creciendo la música se quedó pero la letra la tuve que variar porque no tenía ni pies ni cabeza.
Cuando tienes la letra de una canción, ¿a quién se la enseñas primero?
Casi siempre a mis sobrinos, de hecho cuando estaban en la barriga de mi hermana yo les ponía música, se venían al estudio, he utilizado sus voces para alguna maqueta, ¡lo hemos pasado bomba!, la verdad es que es una casa donde la música se respira, y luego a mi abuela, cuando vivía. Entonces era lo más chiquitito de la casa y lo más mayor, si les gustaba a los dos pasaba el corte.
¿Recuerdas cómo fue el última día de tu vida anterior, cuando no te conocía nadie?
Estaba pensando si hubo un día en el que se disparó todo, y quizás sí, el día antes de subir el vídeo a YouTube.
¿Cómo fue ese día?
Estaba en mi casa desesperado, estudiando como un loco, queriendo dedicarme a otra cosa, que era la música. Yo estaba preparando el disco, pero tardamos muchísimo en sacarlo, estudiaba Filosofía por la UNED, y decía: ?Quiero que esto salga a la luz ya?. Llevaba tres años grabando, y no había compañía que confiara, las radios tampoco se convencían... Entonces subí el vídeo a YouTube.
Pero ¿hiciste una vida normal? ¿Estabas todo el rato mirando el ordenador?
La misma que he hecho hoy, en mi casa aquí en Málaga. Levantarme, tomarme el desayuno con toda la familia, cada uno tenemos nuestra casa pero la tenemos alquilada, y vivimos en comuna hippy, en aquel entonces estudiaba, mi habitación era un poco diminuta, tenía la mesa, el ordenador y cerca de 34 libros de Filosofía donde me perdía, y mirando a escondidas vídeos de YouTube.
Y le diste a subir...
Dije: me voy ahora mismo al estudio, que en aquel entonces era con cajas de huevos en las paredes y dije: ¿voy a subir un vídeo ahora mismo?.
Se suben miles de vídeos al día, ¿qué tenía ese?
No tengo ni idea, yo creo que en mis ojos se ven muchos nervios, mucha incertidumbre, yo me pregunto qué hacía con una bufanda y manga corta. Miro mis ojos, y se me ve con muchas ganas de decirle al mundo lo que quiero hacer, y de que no estaba conforme con lo que estaba haciendo.
Si con 26 años has conseguido todo lo que has conseguido, cuando tengas 40, ¿de qué vamos a hablar?
De muchas cosas más, queda mucho por delante y muchos sueños por cumplir.
¿Y muchos que se estarán cumpliendo por el camino...?
Claro, claro. Mi vida en cinco años ha dado un giro brutal. Yo sueño despierto, por eso no duermo. No duermo, no duermo nada, tengo una crisis de insomnio que no te puedes imaginar, mi cabeza va a mil, cuando acabe esta gira tendré que parar un poco, y recolocar un poco todo.
¿Pablo Alborán es el padrino de Pablo Alborán o le debe algo a alguien?
Le debo a muchísima gente, yo tuve una madrina maravillosa que fue Diana Navarro, que me dio la oportunidad de cantar en todos sus conciertos cuando nadie me conocía, Estrella Morente, que también quiso cantar en mi disco cuando nadie sabía lo que iba a pasar. Luego todos los artistas con los que he subido al escenario han sido padrinos, Miguel Bosé, que cada vez que le preguntan por talentos nuevos hablan de mí, Alejandro Sanz, María Dolores Pradera, que para mí es supertierno trabajar con alguien que ha vivido otra época, y que de repente te mire a los ojos y te diga: ?reconozco en ti a los clásicos?. Eso a mí me rompió el alma.
Dijiste en una ocasión que te enamoraste dos veces, y que te dio para dos discos. Así que tienes que elegir entre amor para toda la vida o carrera musical.
Totalmente. Voy a tener que elegir. [Risas]. No, yo creo que la persona adecuada es la que no me haga decidir si una cosa o la otra, pero es que decido yo, me olvido de mi mismo cuando me enamoro y eso tampoco es bueno. Supongo que llegará un momento en el que pueda tener una vida, y tomarme con más calma esta profesión. Pero se abren tantas puertas, tantas oportunidades, que soy yo el que no las quiere perder.
¿Cómo se fraguó? ¿Y tú? ¿Recuerdas dónde escribiste las primeras letras?
Sí, en Málaga, en la casa donde vivimos todos. Mi idea era que la cantara Diana Navarro, no estaba escrita para mí, era una canción de agradecimiento por todo lo que ella estaba haciendo por mí. Luego cuando empecé a trabajar en el disco, mi primer productor se enamoró de la canción y me dijo: ?la tienes que cantar tú?. Estaba al piano, haciendo escalas, y surgió.
¿Eres de los que les canta a tus conquistas?
En el día a día la gente está hasta al gorro, es más, yo soy el primero que está hasta el gorro de mí mismo, y si me tengo que poner a conquistar.... Si estoy en pareja, vienen al estudio, escuchan y saben perfectamente que es para ellas, pero no utilizo la música para conquistar.
¿Es más fácil escribir cuando uno está enamorado?
Cuando te duele algo necesitas sacarlo de algún modo, en mi caso es la música, en otros pues contándoselo a su mejor amiga o amigo, yendo al psicólogo, haciendo deporte o pintando, pero en mi caso creo que me salen letras más sencillas cuando no estoy ni enamorado ni me han hecho daño, sino cuando estoy en la conquista, cuando empiezo a sentir cosas, a tener dudas, ¿será esta la persona? ¿Y esto? Esto lo que realmente te crea ganas de escribir.
Pero también has tenido bajonazos por amor ¿no?
¡Hombre claro!
La mayoría de tu público es femenino pero lo que más sorprende es que hay niños, y muy pequeños...
Sí, es muy bonito ver que no hay edad, yo me siento muy privilegiado cuando me mandan vídeos, ahora mismo me acaban de enviar uno de un niño cantando Solamente tú y Perdóname, y es superraro, el Solamente tú igual es más fácil, pero el Perdóname habla de una historia que vives de más adulto, y la canta con una emoción, que me parece fascinante.
Dices que tu tierra te tira mucho, que no te quiten la playa, que en España se puede ir a sitios espectaculares ¿sin ser visto? Porque a ti no te pillan ni en el súper... Igual no vas...
Sí, sí voy [risas]. En Chile me fui a la playa, y dije aquí no me pillan, pues lo hicieron y me sacaron en todos lados. Sin embargo, en España he ido a la playa, tengo mis playas, pero no me sacan. Mi vida es muy normal, te aseguro que en Madrid quien quiera saber a qué súper voy lo saben... Pero insisto en que mi vida es muy normal, por ejemplo cuando han estado en Málaga los paparazzi lo máximo que han podido ver es irme a correr a la playa.
Tú núcleo es Madrid, pero en cuanto puedes tiras para Málaga, ¿qué os pasa a los de Málaga que sois muy de Málaga?
Pues no quiero quedar como que mi tierra es lo mejor...
¿Tú te ves viviendo en Málaga o que tus hijos crezcan ahí?
Sí, ojalá que mis hijos puedan estudiar aquí y tener una buena educación en España. Es que Málaga tiene la montaña, tiene el mar, y al ser costa transmite buen rollo... Soy un enamorado del norte también. Tengo familia, unos tíos, en A Coruña.
Tienes millones de seguidores en las redes sociales. ¿Eres tú el que está pendiente de ellos?
Sí, además la compañía alguna vez me pide la contraseña por si no puedo subir algo porque esté volando o no pueda en ese momento, y qué va, no se la doy a nadie. No por nada, pero ¿si no lo subo yo, que interés tiene? La idea de las redes es la conexión con la gente.